Todo
momento histórico contemporáneo ha tenido una banda sonora que lo
acompañó, ¿Porqué no este? Esta crisis parece llamada a llevarse
por delante muchos de los antiguos valores que nos regían, y se
merece algunas melodías de fondo. He aquí una aproximación, el que
encuentre las suyas que las ponga y el que no, que las componga.
En
estos tiempos que cada uno ayude como pueda, pero que nadie se quede
quieto, ser crítico no significa ser destructivo, ser activo no es
ser violento, tener conciencia no significa ser panfletario ni
demagogo. El que tenga una guitarra que cante, el que tenga un camión
que luche por conducirlo y el que sepa liderar, que lo haga. Yo
escribo.
Nacho
Vegas – Cómo hacer crack
Confusión
y perplejidad. Un día de 2008 Lehman Brothers, un banco calificado
con AAA, se declara en bancarrota y hace saltar las alarmas de un
sistema, crack. Lejos de ser un aislado problema de la gran manzana,
sus gusanos se arrastraron por el mundo para infectar el resto del
cesto. Crack. Y cuando se suponía que la gente había hecho todo
aquello que debía y pensaba que vivía en algo tan sólido como una
montaña, resultó que no era conscientes de la fragilidad de nuestra
vida y de la facilidad con la que podía quebrar todo. Faltaba un
simple “crack” y ya está, de bruces contra un iceberg y se
derrumbó todo en lo que mucha gente creía y con ello llegó la
pesadilla de un sistema.
Y
como en el Titanic los primeros en saber del peligro fueron los
primeros en saltar -¡botes para lehmaneros y ninjas!- que el resto
ya buscarán botes y casas donde puedan debieron pensar -y se los
podremos cobrar incluso-.
Desde
entonces desconcierto y miedo, porqué todo esto llegó con la
celeridad de no saber quien te da tamaño golpe, crack crack. Y bien,
¿esto es el fin? No lo sabemos, pero sí el principio de algo nuevo,
y no será la bomba la que lo traiga.
The
Felice Brothers - Ponzi
El
mismo 2008, el banquero Bernard Madoff es detenido por el FBI por un
delito de estafa de 50.000 millones de dólares, el mayor fraude de
la historia. Crack, crack.
Carlo
Ponzi era un italiano que llegó a EEUU en los años veinte y que
inventó su propio método de fraude. Un sistema piramidal que
consiste en sacar beneficios del propio dinero de los primeros
inversores y de los nuevos adeptos a un método caníbal de ganancia
rápida. Este sistema que no esconde ninguna inversión real detrás,
solo funciona si va añadiendo más y más adeptos.
Y
eso es lo que hizo Madoff, un básico y simple método Ponzi.
¿Y qué tonto caería en eso pensaréis? ¿Quién con un mínmo de estudios en economía se tragaría el timo de la estampita? Pues bien, entre otros: Acces International Advisors LLC, Ascot Partners, Banco Espirito Santo, Banque Bénédict Hentsch, Banco Santander, BBVA, BNP Paribas, NPB Neue Privat Bank, Bramdean Alternatives, Fairfield Sentry Ltd, Fairfield Connecticut, Kingate Global Fund. Ltd., Robert I. Lappin Charitable Foundation, M&B Capital Advisers, Maxam Capital Managament, Nomura Holdings, North Shore-Long Island Jewish Health System, Sterling Equities Inc., Tremont Capital Management, Union Bancaire Priveé, Judy and Fred Wilpon Foundation, Stephen A. Fine, Avram y Carol Goldberg, Saul Katz (copropietario de los NYC Mets), Irwin Keller, Frank Lautemberg y su fundación caritativa, Ira Rennert, Ira Roth, Carl y Ruth Shapiro, Laurence Velvel o el Grupo Femsa
Una
vez ya encarcelado, Madoff no dudó en declarar al New
York Magazine “que se jodan mis víctimas” -escuela
Lehman- “mis clientes eran avaros y estúpidos”. Y quizás tenía
razón. Esta crisis saca la careta a muchos que pensaron en ganar
mucho y rápido, coger el dinero y correr. Unos sin duda dejaron la
gran ola a tiempo, pero a otros les está cayendo el mar encima, y
los botes ya están repartidos por los lehmaneros. La crisis deberá
poner en su lugar a todo aquel que, como decía Molière en L'Avare,
“cuyos malditos ojos vigilan todos mis actos, devoran lo que tengo
y buscan por todos los sitios a ver si hay algo que se pueda robar”.
La ley del Talión.
Ian
Felice, de los Felice Brothers, dijo que no conocía a nadie más
afectado por la crisis que su padre y por ello decidió componer esta
canción, donde no puede pronunciar el nombre de Bernard Madoff, no
sea que le pidieran dinero por ello.
The
National – Blood Buzz Ohio
Cuando
la pobreza entra por la puerta el amor salta por la ventana reza el
dicho. Esta crisis se ha llevado por delante economías caseras y con
ello mucha relaciones, matrimonios y familias. Es una crisis de
luchadores y veremos quien queda de pie cuando esto termine.
“I
still owe money to the money I owe” dice la canción, miles de
experiencias de gente que se ha visto en un círculo vicioso de
créditos y deudas, préstamos y dinero que circula de banco en
banco, y que por ello, además, perderán sus casas.
“I
never thought about love when I thought about home”, el dinero no
da la felicidad, pero es difícil serlo sin, se convierte en LA
preocupación y miles de relaciones se van al traste, cuando la
crisis entra en tu cabeza ya no hay lugar para hablar de amor. Y aún
así deberíamos poder hacerlo. Tenemos el derecho a ser felices, a
tener una casa por nuestro trabajo, amar a alguien y tener hijos.
Pero somos nosotros quienes pagamos la resaca de una de las fiestas
más locas de algunos banqueros y políticos.
Estudia,
trabaja, encuentra a alguien y podréis comprar una casa donde seréis
felices. Fin del cuento. O principio de la pesadilla.
Loquillo
– Contento
En
tiempos revueltos pescará el pescador más despierto. Lamentarse no
servirá de nada. Para muchos de nosotros esta crisis es una tabula
rasa de la que reempezamos desde cero. Y eso no siempre es malo.
Ahora es el tiempo de empezar lo que nunca hicimos, de no tener miedo
puesto que no hay nada que perder. Los jóvenes ya estamos bautizados
como la “generación pérdida”, pero a veces es bueno perderse
para encontrar tu propio camino.
“si
malgastas el tiempo, el tiempo te malgastará a ti” dijo
Shakespeare. Podemos perder muchas cosas menos el tiempo. Cuando
desanima ver las noticias es momento de salir a la calle, no podemos
desperdiciar ni un minuto.
“Júrame
que nunca dirás yo desisto y yo me siento a esperar” dice la
canción, y tiene razón. Si bien puede ser verdad que un país tiene
los políticos que merece, también lo es que la gente no tiene culpa
de tenerlos. Y éstos pueden quitarnos todo menos la sonrisa y las
ganas de continuar adelante.
The
Suicide of Western Culture – Love Your Friends, Hate Politicians
¿Y
ahora que nos queda? pues ésto: no confíes en los políticos, no
confíes en los banqueros, no confíes en tus jefes, no confíes en
la gente que se queja y no hace nada, no confíes en las soluciones
fáciles, no confíes en los sindicatos, no confíes en los
salvapatrias, no confíes en las fundaciones, no confíes en las
monarquías, no confíes en los presupuestos, no confíes en los
paraísos fiscales, no confíes en las inversiones piramidales, no
confíes en el sueño de la casa y el coche, no confíes en las
inmobiliarias, no confíes en tu club de fútbol, no confíes en la
Iglesia, no confíes en las organizaciones internacionales, no
confíes en la justicia, no confíes en Hacienda, no confíes en
cobrar una jubilación, no confíes en los inversores, no confíes,
no confíes.
Odia
a los políticos y ama a tus amigos, sé buena persona y no olvides
sonreír, ni soñar.