La mayoría de los que leéis este blog os he conocido o hemos coincidido en bares, fiestas y otros lares vespertinos, así que sé que le dais al frasco, que bebéis, que mamáis, que enpináis el codo, trincáis y que, de vez en cuando, se os escapa de las manos para acabar en borrachera y su consecuente resaca al día siguiente. Cuando estáis en ese estado os dais cuenta de que miles de neuronas saltaron ayer de vuesta cabeza como si ésta hubiera sido el Titanic y la cerveza que se aproximaba un iceberg; así que el mejor refugio es el sofá, fruncir el ceño y resguardaros bajo mantas para poner alguna película.
Pero el día de resaca nunca lo es para Tarkovski, Bergman o Goddard, ni siquiera es día para Colombo, demasiado sesudo. De modo que rezamos para que en la TV (importante que sea en este medio, puesto que las pausas nos permiten ir a beber los 80 litros de agua correspondiente) pongan una de las películas que comentaremos. Cabe decir que podrían variar según el nivel de resaca y que su orden sería variable.
El Castañazo (Slap Shot)
Estirados, arrellanados en el sofá con cara de pez y olor de perro, nuestro habitual refinado estilo del humor se perdió la noche anterior entre hielos que volaban por los aires; de modo que nuestro sentido del humor postizo, hasta que no nos llamen los de objetos perdidos diciendo que han encontrado el refinado en algún baño es, digámoslo, bastante básico. Lo que nos hace reir son los golpes, las caídas, los trompicones, los tacos y ver alguna que otra teta... ¡Eso es El castañazo! Una perfecta coreografía de peleas y sangre con una banda sonora de insultos y obscenidades. En un momento de agonía es imapágable.
Para aquellos que no sepan nada de la película, diré que trata sobre un equipo profesional de hockey de divisiones bajas que lucha por sobrevivir. Su entrenador y veterano jugador es, ni más ni menos, que Paul Newman, el equipo acumula derrota tras derrota hasta que tras la llegada de tres animales ramonianos, cambian su juego por uno más expeditivo y de contacto. La trama será lo de menos y esperamos ansiosos cada nuevo partido.., el baile final es precioso por cierto.
Deporte, peleas y algún pecho (o Paul Newman chicas), que mejor para reconciliarnos con la realidad después de una dura noche.
Evasión o Victoria (Victory)
Una de las más grandes y favoritas. Ideada por un genio que decidió mezclar fútbol y películas de nazis, respondiendo a la fórmula matemática {La gran evasión + Campeones} y resuelta con gran acierto. Además aparecen Stallone, Michael Cane y Pelé. Un cóctel explosivo sólo digerible en estados comatosos.
Para aquellos que piensen que es una frivolidad mezclar ambos temas, diré que está basado en un hecho real ocurrido en 1942. El denominado “Partido de la muerte” enfrentó al FC Start (formado la mayoría por jugadores del Dinamo de Kiev) contra a un equipo alemán en Ucrania (entonces ocupada por las fuerzas del III Reich). Pese a ser amenazados bajo pena de muerte en caso de ganar, los jugadores ucranianos dieron un repaso a los alemanes y vencieron ante el delirio popular. A los pocos días las amenazas se cumplieron. Si bien es cierto que la película hace una versión muy libre del hecho.
Ver a pelé en el mismo terreno de juego que Stallone mientras unos nazis aplauden y suena la marsellesa es tan surrealista como genial en un día en el que toda distorsión nos parece aceptable...
Y además, todos dudamos ante el penalti final, ¿o alguien no lo hace?...
El príncipe de Zamunda (Coming to America)
Otro de los reyes de la resaca: Eddie Murphy. Ajuntado en esta película a otro grande del show bussines de los 90', Arsenio Hall. Por mucho que no nos guste Eddie Murphy (algo para mi inconcevible), no hay persona a la que esta película no le arranque una sonrisa, aunque sea leve, durante las peripecias del joven Akeem en Nueva York, la película es tan sencilla y enlaza brillantes momentos uno tras otro: la peluquería donde discuten la edad de Joe Louis, el gran concierto de Chocolate Sexy, el barrio luciendo las prendas del príncipe, ¡la sopa!...
Murphy se convierte en gracioso a través de la repetición, así que resaca tras resaca, cada vez que la vemos nos parece más divertida, además al final el amor triunfa y nos quedamos tranquilos sabiendo que, pese a lo experimentado la noche anterior, todavía existe el amor, aunque sea en Zamunda.
Cazafantasmas (Ghostbusters)
Bill Murray es el Dios de las resacas, ni más ni menos. Quizás el 80% de sus películas pueden verse cualquier día de resaca, es el muso de los agonizantes por alcohol. Y ésta, sin duda, una de sus películas más famosas.
Porque vamos a ver, ¿Quién no ha visto nunca
Puede ser que las películas en día de resaca traten de agudizar nuestro vapuleado ingenio y nos vengan a la cabeza frases tan ingeniosas como “un cazador de fantasmas de éstos me hubiera ido bien ayer” o “lo que dejé en el baño del bar se parece al fantasma verde ese”. En fin, reflexiones de altura para días muy bajos..
Atrapado en el tiempo (Groundhog day)
Bill Murray de nuevo. Un día de resaca es un día interminable, alargado y pegajoso para cualquiera; y no hay mejor película para entenderlo que Atrapado en el tiempo, dónde un hombre se despierta cada día, haga lo que haga, en el mismo día, el celebrado “Día de la marmota”. Pero el ser humano se acostumbra a todo y hasta llega a alegrarse de vivir en ese día. Sin duda una película infravalorada que sea convertido en culto.
No puedo imaginarme la repetición eterna de una jornada de resaca, pero gracias a películas como ésta, se nos hace más llevadero y soportable, incluso nos alegramos de que no nos pase lo mismo que a Murray y pensemos que mañana será otro día y que jamás volveremos a beber...
(¡) Anexo 1: en caso de ser jornadas navideñas, cualquiera de las películas puede sustituirse por Los fantasmas atacan al jefe, también con Bill Murray.
(¡) Anexo 2: ¿sabíais que la deshidratación conlleva los mismos efectos físicos que la resaca? Morir en el desierto por sed sería como padecer una supermegaresaca en la playa. Pensad en ello mientras abrís una cerveza...